Por Nicoletta Metri
El mes pasado, un terremoto de magnitud 6,1 sacudió la isla Luzón en Filipinas. El terremoto dejó un saldo de más de 200 personas heridas y 18 fallecidos, cinco de los cuales murieron a causa del derrumbe de un supermercado. Al día siguiente, un terremoto de magnitud 6,4 sacudió las islas Bisayas, ubicadas a unos 600 kilómetros de distancia. Se trata del decimoctavo mayor terremoto que haya golpeado al país desde 2010.
Filipinas se asienta sobre el llamado Cinturón de Fuego, una extensa zona en forma de herradura en el Océano Pacífico, conocida por su actividad sísmica. Las redes de telecomunicaciones del país pueden ser inestables, incluso en las mejores épocas, pero tras este tipo de desastres naturales, las comunicaciones limitadas y las dificultades que ofrece el terreno hacen particularmente difícil el despliegue de recursos. Los vehículos aéreos no tripulados, más conocidos como drones, pueden constituir una poderosa herramienta para acelerar el proceso de evaluación posterior al desastre. Pueden ayudar a monitorizar el estado de las carreteras, asistir a los socorristas a hallar a las personas atrapadas y servir de transporte alternativo para distintos tipos de carga, como, por ejemplo, un sistema de red de sensores para recopilar información.
El capítulo Filipinas de la Internet Society exploró el uso de drones durante las operaciones posteriores a la ocurrencia del desastre, lo que incluyó la coordinación de la búsqueda, el rescate y la recuperación. Su proyecto, «Vehículos aéreos no tripulados para comunicaciones resilientes posteriores al desastre», con el apoyo de la Internet Society Foundation y su programa Beyond the Net Grant Programme, desarrolló nuevas capacidades y técnicas mediante el uso de drones para el monitoreo ambiental y la respuesta frente a desastres.
Benjz Gerard Sevilla, líder del proyecto, describe su objetivo: «Apuntamos a crear una arquitectura capaz de ofrecer contenido de alta calidad a través de una red de área local inalámbrica, y la capacidad de hacer un uso óptimo de la limitada banda ancha disponible. Nuestra investigación incluyó el diseño y desarrollo de aplicaciones, interfaces web e infraestructura de hardware, que instalarían este tipo de arquitectura para su uso en lugares remotos. Esto permitiría a los usuarios acceder a una experiencia de Internet igual a la de los países desarrollados».
Antecedentes
La misión de captación de imágenes aéreas fue lanzada en primer lugar para recopilar los conjuntos de datos necesarios para el seguimiento de funciones, extracción y procesamiento de imágenes. En alianza con SkyEye Analytics y la Organización Internacional para las Migraciones, el proyecto participó en la captación de imágenes de alta resolución mediante dron de algunas comunidades de Batasan, Pateros y Navotas, donde era necesario identificar rutas seguras y puestos de control de evacuación.
Benjz explica lo siguiente: «Desarrollamos nuestro UAV personalizado utilizando una estructura de ala voladora de EPO espuma X-8, que difiere de nuestro diseño original, que usaba el armazón Super SkySurfer. El ala voladora nos permite transportar más masa de carga útil sin modificar demasiado el fuselaje, manteniendo los 45 a 80 minutos de tiempo de vuelo».
Simulación de desastre: señales de auxilio, imágenes aéreas e infraestructura
El equipo implementó tres tipos de misiones de simulación utilizando computadoras portátiles de bajo costo. La primera misión recopiló señales de auxilio de radio de largo alcance de «sobrevivientes» equipados con kits desarrollados por el equipo del proyecto. Estos kits son compatibles con teléfonos inteligentes y transmiten continuamente las coordenadas de GPS de los sobrevivientes a través de módulos de largo alcance de 433MHz. Los módulos transmiten mensajes de hasta 251 caracteres que permiten conocer la ubicación, el nombre y otros datos de identificación. El equipo también diseñó y desarrolló kits que recopilan, sincronizan y almacenan perfectamente datos de radiobaliza y otros datos fundamentales en el terreno.
La segunda misión tuvo una carga especializada compuesta de cámaras y canales de comunicación con ancho de banda alto. Los drones tomaron imágenes aéreas de los sobrevivientes y los caminos, estableciendo un vínculo de comunicación a pedido entre el sobreviviente y el centro de control. La tercera misión se implementó cuando los caminos fueron transitables y ofreció a los sobrevivientes un vínculo de comunicación más permanente, además de energía y otros recursos.
Próximos pasos
La iniciativa mostró con éxito sistemas innovadores listos para su implementación en situaciones de desastre reales. Los resultados han sido compartidos con los socios y la comunidad científica a través de un simposio internacional, siete ponencias y presentaciones y cinco talleres de «Difusión y participación de la comunidad».
Además, este proyecto contribuyó a un nuevo estándar de comunicaciones. «Especificación del sistema de información y comunicaciones mediante el uso de un vehículo durante el desastre» se desarrolló de forma conjunta con el Ateneo Innovation Center y el Departamento de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (DICT, Department of Information and Communications Technology) en Manila.
Aunque cualquiera puede afirmar que los desastres son eventos habituales, el equipo comparte la meta de «cero víctimas» de Filipinas. Su deseo es que las aplicaciones tecnológicas que están desarrollando beneficien a sus comunidades y ayuden a otros capítulos de la Internet Society a abordar la apremiante cuestión de la gestión de desastres en todo el mundo.
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